‘Clicktivismo’, el activismo en línea lucha contra el cambio climático
El activismo ambiental chocó recientemente con su futuro, debido a la contingencia por la Covid-19, que los obligó a permanecer en confinamiento en dos fechas claves: el 22 de abril, 50 aniversario del primer Día de la Tierra, y la protesta global que se realizaría el 24 de abril por Friday For Future, el movimiento internacional de jóvenes inspirado en las protestas de Greta Thunberg.
Pero después de meses de cuidadosa planificación, el activismo se puso en línea, donde se ha sido llamado “clicktivismo” o, despectivamente, “slacktivismo”.
“Slacktivismo” es un acrónimo de holgura y activismo, un término peyorativo para las medidas de “sentirse bien” en apoyo de un problema o causa social.
Muestra apoyo a una causa con el objetivo principal de impulsar los egos de los participantes en el movimiento.
Se ha caracterizado por ser impulsivo, no comprometido y fácil de replicar, enfatizando los menores riesgos y costos de la expresión política en las redes sociales, frente a la protesta y el compromiso político en el mundo real.
Sin embargo, la relación entre la tecnología digital y los movimientos sociales es más complicada.
Los investigadores se encuentran divididos acerca del rol preciso del activismo digital. Desde una perspectiva, los activistas pueden usar las redes sociales para “sobredimensionar” su compromiso público, lo cual les ayuda a llegar a más personas y evitar los canales de medios tradicionales.
Otros investigadores enfatizan el poder de la Internet para ayudar a los activistas a autoorganizarse; sin la estructura o jerarquía de las organizaciones tradicionales, las plataformas digitales pueden permitir que florezcan formas completamente nuevas de activismo.
Un estudio reciente encontró que los grupos de defensa del clima que comenzaron en la Internet, como 350.org, tienen diferentes estrategias, tácticas y teorías de cambio en línea en comparación con los grupos ambientales más antiguos, como Greenpeace.
Fundada en 2008, 350.org (que es a la vez una URL y una referencia al nivel seguro de 350 partes por millón de dióxido de carbono en la atmósfera) lideró la primera ola de organizaciones ambientalistas orientadas e impulsadas a y por la juventud.
Las campañas digitales exitosas en 350.org han sido descritas como un círculo virtuoso, en el que las herramientas en línea estimulan la acción fuera de línea, cuyos resultados pueden documentarse y compartirse en línea para inspirar acciones adicionales.
Es muy pronto para decir cómo las huelgas climáticas escolares de 2019 han influido en el movimiento más amplio, pero los investigadores exploran cómo los huelguistas climáticos están usando Instagram y cómo las identidades colectivas en las redes sociales pueden impulsar la acción colectiva.
Como “nativos digitales, los jóvenes activistas climáticos crecieron con la Internet, teléfonos inteligentes y redes sociales; su movimiento utiliza memes y hashtags (etiquetas) en YouTube, Instagram y Twitter, donde Thunberg tiene más de cuatro millones de seguidores.
Miles de publicaciones en las redes sociales con la etiqueta #ClimateStrikeOnline muestran a manifestantes solitarios en todo el mundo armados con carteles hechos a mano, un eco virtual de dónde comenzó el movimiento, con una Greta Thunberg sentada afuera del parlamento sueco.
En el activismo climático, los nativos digitales están liderando el camino y se aprestan a transmitir en vivo la revolución climática.
Fuente: Forbes
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