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Una ola de calor en la India causa la muerte de decenas de personas


Una de las olas de calor más largas e intensas en India en décadas, con temperaturas que alcanzan los 51 grados Celsius, ha cobrado hasta el momento la vida de 36 personas desde su inicio en mayo, y el gobierno ha advertido que los problemas podrían continuar, ya que la llegada de las lluvias del monzón se ha retrasado.

Las olas de calor en India se han vuelto particularmente más intensas en la última década, conforme se ha intensificado el cambio climático en todo el mundo, lo que ha provocado la muerte de miles de personas y afectado cada vez más estados del país.


Este año, las temperaturas extremas han golpeado extensas zonas del norte y el centro de India. Entre los estados más afectados están Rajastán, Madhya Pradesh, Uttar Pradesh y Maharashtra.


Anup Kumar Srivastava, un experto de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de India, comentó que la cantidad de estados indios azotados por las olas de calor ha aumentado de nueve en 2015 a diecinueve en 2018 y que se espera que este año llegue a veintitrés.

“Este año, los días de duración de la ola de calor también se alargaron y no se trata solo de la temperatura durante el día; la temperatura durante la noche también ha sido elevada”, explicó.


Srivastava afirmó que las tormentas inminentes traerán bajas temperaturas en algunas áreas, pero dijo que las olas de calor podrían repuntar de nuevo antes de que lleguen las lluvias del monzón.


La primera semana de junio, la temperatura en la zona de Churu de Rajastán, al norte de India, alcanzó casi los 51 grados Celsius en dos ocasiones.



El Departamento Meteorológico de India advierte que ese calor tan extremo trae consigo “una probabilidad muy elevada de desarrollar hipertermia y golpe de calor a cualquier edad”.


Muchas otras partes del estado han registrado temperaturas que superan los 47 grados.

Las autoridades de salud han cancelado los permisos de los médicos en Churu, pues la cantidad de pacientes se ha disparado.


En Madhya Pradesh, en la parte central de India, las escuelas han permanecido cerradas.


Las temperaturas prolongadas de al menos 45 grados Celsius se consideran una ola de calor, mientras que las temperaturas prolongadas de 47 grados o mayores se consideran como una ola de calor grave.


En Nueva Delhi, la capital, las temperaturas alcanzaron el récord de 48 grados el 10 de junio. Las nubes del 11 de junio prometían lluvia, pero no cumplieron. Las tormentas de arena del día siguiente redujeron la temperatura a 37,7 grados Celsius, aproximadamente.


Hay mayores probabilidades de que las cifras récord de calor en todo el mundo sean superadas conforme las temperaturas promedio se elevan debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.


Aunque cada año hay variaciones, la tendencia global es evidente: los cinco años más calientes en la historia registrada han sido los cinco más recientes, y dieciocho de los diecinueve años más calientes se han presentado a partir del año 2001.


Un análisis reciente de las tendencias climatológicas en muchas de las grandes ciudades del sur de Asia reveló que, si las tendencias actuales de calentamiento continuaran, hacia el final del siglo los niveles de calor y humedad serían tan elevados que la gente que se expusiera de forma directa al calor durante seis horas o más no sobreviviría.



Las víctimas más recientes de la ola de calor de este año, que ya ha durado semanas, fueron cuatro personas cuyas edades oscilaban entre los 69 y los 80 años, quienes fallecieron el 11 de junio en Uttar Pradesh durante un viaje en un tren que no tenía aire acondicionado.

A pesar de las temperaturas extremas, la cantidad de fallecimientos de este año ha sido menor en comparación con años anteriores. Más de seis mil personas han muerto a causa de las olas de calor en India desde 2010, de acuerdo con información del gobierno.


El peor índice se presentó en 2015, con una cifra de más de dos mil muertos.

Aunque las olas de calor han continuado, la cantidad de muertes directas por calor se ha reducido desde entonces: en 2017 se registraron 375 y en 2018, solo 20.


No obstante, con frecuencia las cifras oficiales de fallecimientos no logran demostrar la letalidad de la ola de calor.


Un estudio realizado por investigadores en salud pública reveló que, en la ciudad de Ahmadabad, que habitualmente es bastante cálida y se encuentra al oeste de India, cuando las temperaturas repuntaron a 47,7 grados Celsius en mayo de 2010, hubo un aumento del 43 por ciento en la mortalidad en términos generales, en comparación con el mismo periodo en años anteriores.


Aun así, los funcionarios y analistas le atribuyen ese descenso en las muertes registradas a que el gobierno toma mayores precauciones desde 2015.


Los funcionarios del gobierno han solicitado a los empleadores indios que reduzcan y modifiquen los horarios de trabajo durante las olas de calor, en especial en espacios al aire libre como sitios de construcción, y han proporcionado agua potable gratuita en zonas particularmente vulnerables y saturadas.


Srivastava dijo que este año la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres se fijó la meta de mantener la cantidad total de muertes en cifras de un dígito, pero añadió que la elección general del país complicó los esfuerzos, pues los trabajadores del gobierno que se necesitaban para emitir medidas de prevención estaban ocupados en labores electorales.


En el estado occidental de Gujarat, los funcionarios se preparaban para un fenómeno meteorológico extremo de otra naturaleza: un enorme ciclón se acercaba con vientos superiores a 160 kilómetros por hora.



Se cancelaron vuelos y viajes en tren, y se evacuó a trescientas mil personas aproximadamente. No obstante, durante las primeras horas del martes, parecía que el ciclón rodearía Gujarat.


Se trató de la segunda gran tormenta que se dirigió a India este año. En marzo, el ciclón Fani azotó Odisha, en el este de India.


El sistema de alerta temprana funcionó extraordinariamente bien en ese lugar, y el gobierno evacuó a casi un millón de personas, lo que evitó las muertes generalizadas ocasionadas por tormentas anteriores.



Fuente: NyTimes

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