Rio Tinto abre una investigación tras destruir unas cuevas sagradas de los aborígenes australianos
El grupo minero Rio Tinto anunció el viernes que buscará formas de mejorar sus procesos internos y de gobierno tras despertar la ira de grupos indígenas y del Ejecutivo australiano por la voladura de dos antiguas cuevas sagradas para el pueblo aborigen.
El mes pasado, el mayor grupo de minas de hierro del mundo destruyó dos cuevas en el desfiladero de Juukan —con vestigios de presencia humana de forma continuada desde hace 46.000 años— como parte de la expansión de una mina.
“En nombre de la junta directivo de Rio Tinto, quisiera pedir disculpas a los pueblos Puutu Kunti Kurrama y Pinikura”, dijo Simon Thompson, presidente de Rio Tinto, en su primera declaración pública desde que tuviera lugar la explosión hace casi un mes.
“La decisión de llevar a cabo una revisión dirigida por la junta directiva de lo sucedido en el desfiladero de Juukan refleja nuestra determinación de aprender la lección y de realizar las mejoras necesarias en nuestros procesos en relación con el patrimonio cultural y la gestión interna”, añadió.
El proceso de reestructuración interna, que será realizado por una figura independiente, el director no ejecutivo Michael L’Estrange, comenzará de inmediato y consultará la opinión de los empleados de Rio Tinto, así como de los pueblos Puutu Kunti Kurrama y Pinikura (PKKP, por las siglas en inglés de la organización que gestiona el patrimonio de estos dos pueblos aborígenes australianos). Las conclusiones del proceso se harán públicas, informó la empresa.
Información de Melanie Burton desde Melbourne y Shashwat Awasthi desde Bengaluru; editado por Stephen Coates y Kenneth Maxwell; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk
Fuente Thomson Reuters
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