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Noruega y Suecia importan basura para producir energía



Gracias a que el modelo de separación de basura que tienen estos dos países en Europa, han decidido importar los desperdicios de otros grandes países como el Reino Unido.


No es noticia que parte de los problemas ambientales que aquejan el mundo se deben a la generación excesiva y desmedida de residuos que no son tratados con el cuidado pertinente, causando estragos en el medio.


Dicho eso, la posible solución que Noruega y Suiza proponen parece potencialmente viable.

Se trata del modelo de reciclaje de basura que estos países tienen, cuyo desempeño parece ser tan alto, que decidieron importar los desechos de otros lugares para usarlas al generar energía.

Según refiere el director general de la agencia municipal que procesa los residuos en Noruega, Pal Mikkelsen, el 12% de los desechos que se utilizan para el funcionamiento de la planta de Klemetsrud, en Oslo, es importada.

Dicha situación es resultado de una eficiente recolección de basura, lo que implica el compromiso de todos los noruegos, que separan los deshechos según un código de color:

  • Azul para plásticos

  • Verde para orgánicos

  • Blanca para lo demás. Residuos de papel, vidrio, metal

  • Basura electrónica se ponen en recipientes separados.


El trabajo sigue en los camiones recolectores, donde se le da a cada bolsa un destino diferente, posteriormente, en las plantas procesadoras, los sensores ópticos capaces de diferenciar colores se aseguran de separar las bolsas según su color.


Las bolsas azules se envían a ser recicladas en nuevos productos plásticos.


Las verdes se usan para obtener fertilizantes y el biogás con que funcionan los autobuses de la ciudad.


Finalmente, las blancas son incineradas en un horno a 850°C.


Del calor resultante, se hace hervir agua en un contenedor y mediante el vapor que se genera se mueve una turbina que produce electricidad para las escuelas de la ciudad, alimentando así la red de calefacción urbana.


Tras la incineración, el 20% de la basura generada se convierte en cenizas que son enterradas en rellenos sanitarios.


¿Por qué importar basura?


La decisión de importar basura nace de que la capacidad de producción energética y la eficiencia del sistema superan a la cantidad de residuos producidos por sus 1,4 millones de habitantes.


Según Mikkelsen, todas las plantas de Oslo procesan en total unas 410,000 toneladas de basura anuales, pero la capacidad es mucho mayor, de ahí que lleven 5 años importando residuos de otros países como Inglaterra.


Mencionó también que este resultaba ser un buen negocio para la agencia municipal, pues cobran entre 30 y 40 dólares por tonelada para recibir la basura de los hogares ingleses ya lista para incinerar.



Eso sí, antes se aseguran de que no lleve plásticos, metales ni vidrios.


Ahora bien, Thomas Hylland Eriksen, antropólogo, mencionó que los noruegos tienen una obsesión particular por cuidar la naturaleza porque la integración entre noruego y naturaleza forma parte fundamental de su identidad nacional.


¿Y en Suecia?


En el caso de Suecia, tienen la meta de hacer que su país sea el primero en producir cero basura.


El programa lleva el nombre de “De deshecho a energía” y transforma la basura en energía para todo el país.


En su caso, el programa resultó tan efectivo a que importa 700,000 toneladas de residuos de otros países como Italia y Reino Unido para poder abastecer sus 32 centros de energía.


En Suecia se manejó la situación de forma ligeramente diferente.


Para comenzar, por ley debe haber estaciones de reciclaje en cada zona residencial, ya que gran parte de los suecos separan todos los reciclables y los depositan en contenedores especiales en sus viviendas que posteriormente son llevados a los centros.


Incluso, el desperdicio de agua se purifica hasta el punto de ser potable, y para hacer todo aún más eficiente, hay camiones especiales de basura que recogen la basura electrónica y los residuos peligrosos.


Otro punto importante es el compromiso de las empresas de ropa que se unen al esfuerzo del reciclaje con descuentos y bonos, tal como es el caso de reconocidas marcas como H&M que ha llevado su iniciativa a todo el mundo con su programa Conscious.

Fuente: ExpokNews

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