Macron no obligara la vacuna, pero impondrá severas restriccion a Libertades de quien NO se vacunen
El oficialismo francés presentó un polémico proyecto de ley para prohibir el uso del transporte público, el ingreso a edificios del Estado y limitaciones a los lugares donde puedan ir a las personas que decidan no vacunarse contra el COVID-19.
Tras el descubrimiento de la nueva cepa del COVID-19 en el Reino Unido y la suba de los casos por todo Europa marcando el inicio de una "segunda ola", el oficialismo francés y el presidente Macron han presentado un polémico proyecto de ley a fin de "castigar" a quienes no deseen vacunarse.
A principios de diciembre, Macron ya había puesto nuevas restricciones, como un toque de queda desde las 22:00 horas y la clausura de los cines, museos y teatros. De todas formas, el Presidente parece no estar satisfecho y piensa avanzar sobre las libertades de los ciudadanos que no deseen vacunarse.
En el proyecto de ley, se estipula por ejemplo la prohibición de viajar en transporte público a quiénes no decidan vacunarse, restricción que duraría para toda la vida hasta que la persona se dé la vacuna. También habla de no permitir la entrada de esas personas a edificios públicos, o a lugares cerrados con más de 10 personas.
En el país galo, la campaña de vacunación con la vacuna de Pfizer comenzará de forma masiva antes del 3 de enero. Sin embargo, según las autoridades sanitarias, las vacunas compradas alcanzarán para vacunar a apenas 1 millón de ciudadanos, o sea el 1,5% de la población total, ya que Francia tiene 67 millones de habitantes.
Además, la campaña de vacunación tendrá como prioridades a los ancianos y al personal de salud de primera línea.
Esto implica que habrá una gran cantidad de gente que tal vez tiene todas las intenciones de vacunarse pero tarde unos cuantos meses en hacerlo, y en el medio no pueda disfrutar de sus derechos y libertades por esta absurda ley.
A pesar de que la aplicación de la vacuna no será obligatoria, mediante la ley presentada por Macron se buscará introducir tantas restricciones y desventajas a quiénes no se la quieren aplicar que terminarán forzando indirectamente a que la gente lo haga.
Según las encuestas, la población de Francia es de las más hostiles y reacias a vacunarse de todo Europa, siendo el rechazo a aplicarse la vacuna entre un 54% y un 60%. Entre los principales impulsores de la campaña anti-vacunación está la líder derechista Marine Le Pen, quién afirmó que la ley propuesta por el oficialismo es "esencialmente totalitaria".
Inclusive, políticos de centro, centro-derecha y hasta extrema izquierda han criticado la ley presentada por La República en Marcha, el partido de Macron.
Por ejemplo, Alexis Corbiere, socialista del partido Francia Insumisa, ha calificado a la ley como "dictadura sanitaria", dicho al que también ha suscripto la centrista Nathalie Goulet, quien prometió pelear la implementación de esta normativa.
Fuente
https://derechadiario.com.ar
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