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Las fabricantes de pasta, en pie de guerra por la explosión de la demanda


Los fabricantes de pasta europeos están en pie de guerra para hacer frente al aumento exponencial de la demanda en países como Francia, donde el miedo al coronavirus está dejando vacías las estanterías de los supermercados.


"Hemos aumentado en un 90% nuestras ventas en tres semanas y un 100% en los últimos días", dice a la AFP Xavier Riescher, del grupo Panzani, que preside el sindicato de fabricantes de pastas alimenticias de Francia (Sifpaf).


La consecuencia es que las fábricas de su grupo, que normalmente no trabajan el fin de semana ni por la noche, tienen que hacerlo desde hace ya varias semanas.


"Trabajamos siete días a la semana y 24 horas al día, hay una movilización de los obreros franceses", afirma el presidente de Panzani, líder francés del sector.


Lo mismo está pasando en la compañía La Molisana, la cuarta en el mercado italiano.


"Desde principios de febrero la producción aumentó más de un 50% en Italia", dijo Michel Liquidato, el responsable comercial en Francia de esta marca de gama alta.


Su única fábrica, situada en Campo Basso, al norte de Nápoles, aumentó un 150% el suministro de sus productos a países como Hungría o Rumanía.


Pero trabajar más horas no basta para satisfacer la demanda, según Riescher, que explica que el sector se concentra ahora en fabricar pasta con formas más simples y abandona por el momento los productos más sofisticados.


"Para fabricar un 'farfalle' se necesita el doble de tiempo que para hacer un codito, porque es mucho más complejo", asegura.


Los fabricantes se concentran ahora en diez tipos de pasta simples, como los coditos, los espagueti, los macarrones o los 'penne', para limitar así los cambios en los sistemas de producción.


"Lo están haciendo Panzani, Barilla o Garofalo, que fabrican productos de gama alta.


Tenemos que concentrarnos en lo que podemos producir", apunta Riescher.


Los fabricantes también han abandonado de momento la fabricación de lotes con varios paquetes de pasta a precio reducido porque su embalaje necesita más tiempo.


Existencias suficientes

La demanda de arroz también se ha disparado, explica Riescher, y en Francia, la marque Taureau Ailé, propiedad del grupo Panzani, aumentó sus ventas un 70% en las últimas semanas.


Sin embargo asegura que hay existencias suficientes y no habrá escasez ni de pasta ni de arroz ni de sémola para cuscús, cuyas ventas se han multiplicado por dos.



"Seguimos teniendo muchas reservas.


Todas las fábricas de Francia continúan produciendo, le hablo en nombre de todo el sindicato.


En Italia igual", asegura Riescher, aunque reconoce algunas dificultades en plantas situadas en la zona de confinamiento del norte de Italia.


"A pesar de este contexto difícil, ninguno de nuestros centros de producción está afectado por medidas de confinamiento", confirmó a la AFP el grupo Barilla.


Uno de sus rivales, la compañía De Cecco, indicó recientemente que seguiría produciendo.


Esta empresa familiar ofreció diez respiradores a las autoridades sanitarias de la región, según la prensa local.


Algunos fabricantes han tenido que tomar decisiones difíciles.


"Hemos tenido que dar prioridad al mercado italiano y a los países que ya eran clientes desde hacía algunos años", explica Michel Liquidato, de La Molisana, que tuvo que rechazar a su pesar algunos pedidos que le venían de Francia.


Algunos fabricantes temen que si la demanda continúa aumentando en los próximos meses podrían quedarse sin trigo duro, el principal ingrediente para fabricar pasta.


"En las próximas semanas no prevemos quedarnos sin existencias y estamos supervisando que las cadenas logísticas se mantengan para poder servir a nuestros clientes", asegura a la AFP Axéréal, una de las principales cooperativas agrícolas francesas.



Fuente: AFP

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