Las cerveceras artesanales corren peligro de ‘evaporarse’ por alto a la producción
Los cerveceros artesanales tendrán que voltear a ver al comercio en línea, la entrega a domicilio e incluso su entrada al canal retail para sobrevivir a la crisis que ya están viviendo en el país derivado de la pandemia del coronavirus, pues la mayoría de las ventas las realizaban a través de centros de consumo como bares y restaurantes antes de que cerraran.
Las cadenas restauranteras, bares y otros centros de consumo comenzaron a cerrar sus puertas a mediados de marzo para evitar el contagio del Covid-19.
Sumado a lo anterior, el Gobierno decretó el 31 de marzo que solo las actividades esenciales se mantendrían en operación yla industria cervecera no está contemplada en esta lista.
Lo anterior provocó que la semana pasada grandes cerveceras como Heineken México y Grupo Modelo Ab InBev anunciaran el cese de sus operaciones y de su distribución a nivel nacional, así como algunas cerveceras artesanales.
“Estamos viendo que más de un 60% de los tasting rooms, bares y restaurantes de cervecerías ya se perdieron.
En cuanto a los empleos ya estamos rebasando los 100 directos de las 60 cervecerías artesanales más grandes”, señalo Alejandro Magallanes Presidente de la Asociación de Cerveceros de México (Acermex).
La Asociación acaba de realizar una encuesta a los productores de los cuales solo 60 han contestado para conocer cuál es su circunstancia ante la pandemia.
En México existen aproximadamente 1,000 empresas de cerveza artesanal que generan alrededor de 7,000 empleos a nivel nacional.
Su participación de mercado es menor a 1% a nivel nacional, cuya producción creció 70.5% de 2017 a 2018, al incrementar de 110,943 hectolitros a 189,250, de acuerdo con datos de Acermex.
“Si esta crisis se alarga más de tres meses creemos que se llegarán a perder entre 2,000 y 4,000 empleos (entre 28.5 y el 57%) y ese crecimiento a 1% en participación de mercado que buscábamos se acabo pues vamos a vender menos”, agregó Magallanes.
Muchas han optado por el comercio en línea, sobre todo las pequeñas, ya que no todas pueden entrar a vender al canal de retail debido a los costos que deben de pagar, pues mientras una botella de 355 ml de vidrio de Grupo Modelo o Heineken paga de IEPS entre 1 a 1.50 pesos mexicanos, una botella de la cervecera tapatía Loba paga 9 pesos.
“Eso significa más que el precio a la que pueden darlo los centros de consumo dependiendo de la entidad, puede ser entre ocho y nueve pesos con empaque.
Entonces estamos pagando de IEPS , más fletes y lo que nos cobran las cadenas por las mermas, el producto queda una cerveza extraordinariamente cara y tenemos que bajar nuestros márgenes y quedamos un precio súper alto”, señaló Magallanes, también director de cerveza Loba.
Cervecería Colima voltea a ver a Estados Unidos
Esteban Silva, cofundador de la cerveza artesanal Colima, ya registró una caída en sus ventas del 40% en marzo –sus ventas mensuales eran de 15,000 y 20,000 cajas— respecto al mismo mes del año pasado debido a la caída en las ventas de los restaurantes, canal que les representa el 70% de las ventas.
“Nosotros afortunadamente entramos con un crecimiento solido del 50% en ventas en enero y febrero, y tenemos un inventario importante en producto terminado para los siguientes dos o tres meses.
Dejamos de producir hace dos semanas ante la expectativa de la disminución de las ventas”, señala Silva en entrevista con Forbes México.
Silva explica que el cese de sus operaciones le va a pegar a la industria artesanal de dos formas: durante la crisis por el desabasto de inventario o cercanos a cero—si es que esta medida se alarga de ocho a diez semanas— y posterior a la crisis, ya que la gente va a tener menos dinero y las cervezas artesanales son más caras que las tradicionales debido a los impuestos.
Por ello, la compañía que fundó Esteban junto con dos socios en 2014 y que ahora es una de las más grandes, voltea a ver a Estados Unidos pues debido a la depreciación del peso es más competitivo en ese país, en donde recientemente levantaron un capital de 10 millones de pesos para expandir su mercado en Estados Unidos.
“Una depreciación en el peso nos hace más competitivos en el exterior, lo que estamos viendo como cervecería Colima es tratar de desarrollar los canales que no se están viendo afectados como entrega a domicilio, pero de manera importante tratar de acelerar el plan que tenemos de exportación, porque evidentemente al depreciarse el peso en 25% pues se vuelve más atractivo vender fuera”, agrega Silva.
Antes de la pandemia la cervecería ya estaba lanzando su producto en Nueva York y Atlanta.
Además, el cofundador explica que en Estados Unidos el 80% se vende a través del retail, un canal que está menos expuesto a la crisis de la pandemia.
Por el momento están vendiendo a través de su canal de venta en línea, plataforma con la que llevan trabajando desde hace más de un año, y que representó un 10% de las ventas a finales de 2019.
“Lo que hemos visto en los últimos días las ventas a través de los canales online, como Amazon o nuestro canal propio se han triplicado, nos va a permitir de alguna forma tener algo de oxigeno para tenerlos conservado el mayor numero de empleos posible y enfrentar esta crisis que es particularmente fuerte para las artesanales.
Pero definitivamente no compensan la caída que hay en bares y restaurantes”, puntualizó.
Cerveza Primus también vende en línea
Por su parte, Jaime Andreu Galván, cofundador de la cervecería Primus –dueña de las marcas Jabalí y Tempus— también ha detenido su producción y calcula que tan solo este mes perderá cerca de 3.5 millones de pesos.
Sin embargo, se está concentrado en el canal de venta en línea con ayuda de plataformas como Amazon, Rappi, entre otras.
“El que nosotros ya no estemos fabricando y que nosotros no estemos trayendo trailers de Querétaro a San Juan del Río, donde esta la planta, no significa que no haya producto terminado, incluso en nuestra oficina montamos dos centros de distribución y aunque no repartimos nosotros pueden ser pedidos online o vía telefónica.
Entonces esa parte como no somos nosotros, si no son terceras y la mensajería se sigue usando, pues así operaremos”, señaló Andreu, director comercial de Primus.
Este canal de venta que solo representaba para la compañía el 5% creció hasta el 50% en estas semanas.
Sin embargo, no se comparaba con la cantidad que distribuían con ayuda de la cervecera Heineken México con la que tienen un convenio de distribución.
“La distribución que teníamos con Heineken mensual equivale al 50% de nuestras ventas van a través del canal de Heineken y esta parado”, agrega Andreu, que explica que al año producen y comercializan 12,000 hectolitro (cada hectolitro equivale a 100 litros).
Primus, fundada hace 11 años por Jaime Andreu y Rodolfo Andreu, comercializaba al mes 1,000 hl en diferentes puntos de la Ciudad de México como en El Depósito –que opera junto con la jaliciense Minerva—, en la Graciela, el Taller de Cerveza, Fiebre de Malta y el Bebedero, además de algunas cadenas retail.
La cancelación de Ensenada Fest también causa pérdidas
Apenas el pasado 20 de marzo estaba programado el Ensenada Beer Fest, mismo que se tuvo que posponer a causa de la contingencia sanitaria.
Este evento, que año con año, reúne a más de 100 cervecerías nacionales e internacionales que ofrece conferencias, gastronomía y música se iba a llevar a cabo del 17 al 21 de marzo en Baja California.
Para Manuel Cedillo, dueño de Gema Roja, cervecera artesanal yucateca, esto significó no solo la cancelación de los viajes sino también el retorno de 60 cartones que se habían llevado a la ciudad desde el otro extremo del país.
Ante las medidas para prevenir los contagios, algunos comerciantes de la Península de Yucatán decidieron ofrecer su producto a un precio mucho menor, casi con reducción de 50%.
“Al mes estás dejando más de 250 cartones sin repartir.
Es un montón de cerveza que no vas a estar vendiendo. (…) Una cerveza artesanal mientras más pura esté, si no le metes aditivo o un cereal que no es base, la cerveza no tiene por qué caducar. La mayoría no solo por cuestiones de inteligencia, como en EU, todos pasteurizan sus cervezas”, agregó Cedillo.
En cuanto a su producción, la suspensión de las actividades no esenciales llevó a parar las operaciones y su fabricación se pospuso hasta que pase la pandemia.
Artesanales tienen que rebajar su producto
Roberto Coronado, dueño de cervecería Ícono, de Mexicali, Baja California, dijo que llevan tres semanas vendiendo cerveza para llevar al 2×1 en el outlet para que no se queden con inventario, pues es una cerveza no pasteurizada. Su producción es de 5,500 litros mensuales.
Mientras que Cervecería Ensamble, que abrió en enero de 2018 también en Mexicali, aún continua en operaciones pues no ha recibido alguna notificación de paro laboral más que las funciones del bar.
Su producción mensual corre de 600 a 1,00 litros.
Sin embargo han restringido ventas al público y distribución por el momento, aunque no esperan una afectación a futuro.
“Afecta en el capital, sobre todo en los empleados pues ellos quieren seguir trabajando, en lo personal trato de apoyarlos económicamente y les pido que se queden en casa, aunque hay quienes sienten el proyecto de la cervecería como propio y aun así siguen trabajando.”, agregó.
Por su parte, Alejandro Larios de Fauna, en Mexicali, dijo que ha sido un golpe pues han tenido una caída libre en sus venta que sopesan con las ventas a domicilio de hasta 2 litros.
Su producción mensual es de 50,000 litros al mes.
Fuente: Forbes
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