La promoción de los derechos humanos es esencial para las políticas de EE. UU.
En los 80 años desde que el presidente Franklin Delano Roosevelt pronunciara su discurso de las “cuatro libertades” en el que citó la libertad de expresión, la libertad de culto, la libertad de vivir sin penuria (derecho a un nivel de vida adecuado) y la libertad de vivir sin temor, Estados Unidos ha hecho de estos principios democráticos un elemento central de su política exterior.
Hoy en día, Estados Unidos sigue defendiendo los derechos humanos como un componente crítico de la política exterior estadounidense. Junto con sus socios democráticos, Estados Unidos ayuda a promover los derechos humanos y las libertades fundamentales por medio de la diplomacia bilateral y multilateral, la diplomacia pública y la ayuda exterior.
Estados Unidos también se pronuncia en contra de las entidades e individuos extranjeros que violan o abusan de los derechos humanos, documentando sus preocupaciones en el Informe anual por países sobre prácticas de derechos humanos (en inglés). Estados Unidos impone sanciones financieras y restricciones de visado a los que cometen abusos graves de derechos humanos según la legislación estadounidense.
Estados Unidos sancionó recientemente a la Corporación Nacional de Importación y Exportación de Electrónica de China (en inglés) por proporcionar herramientas de monitorización y censura al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en Venezuela, donde los periodistas son arrestados por informar la verdad y la libertad de Internet está comprometida.
La República Popular China (RPC) también es conocida por censurar a sus propios ciudadanos, tanto en línea como en los medios de comunicación. El “gran cortafuegos” de la RPC impide que cualquier persona en China acceda a Facebook y a otros proveedores de redes sociales globales, mientras que el gobierno también vigila las palabras que la gente usa en cartas personales y llamadas telefónicas.
Los funcionarios de Estados Unidos siguen expresando su preocupación por las violaciones y abusos de las libertades de expresión, religión y reunión.
El gobierno de Estados Unidos está comprometido a trabajar con democracias de ideas afines en todo el mundo para defender los principios básicos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que se ajustan a los valores estadounidenses establecidos en su Constitución y Declaración de Derechos.
“La libertad significa la supremacía de los derechos humanos en todas partes. Nuestro apoyo va a aquellos que luchan por ganar esos derechos o mantenerlos”, concluyó Roosevelt en su discurso. “Nuestra fuerza es nuestra unidad de propósito. Para ese alto concepto no puede haber un final excepto la victoria.”
Fuente
https://share.america.gov
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