Financiar la lucha contra el COVID-19 en los países más pobres del mundo
Las Naciones Unidas están pidiendo solidaridad y un mayor financiamiento, ya que algunos de los países más vulnerables del mundo deben intensificar sus esfuerzos para combatir la pandemia de coronavirus. "Ahora, el virus llega a países que ya están en medio de crisis humanitarias causadas por los conflictos, los desastres naturales y el cambio climático", dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Por su parte, él junto con tres altos funcionarios, lanzó esta semana un proyecto humanitario global de 2 mil millones de dólares para financiar la lucha contra el COVID-19 en los países más pobres del mundo. Estos son lugares donde las personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a las bombas, la violencia o las inundaciones, viven debajo de láminas de plástico en los campos o se amontonan en campamentos de refugiados o asentamientos informales. "No tienen hogares para distanciarse socialmente o aislarse", dijo Guterres.
Orquestado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), este plan interinstitucional reúne llamamientos existentes de la Organización Mundial de la Salud y otros socios de la ONU, a lavez que identifica también nuevas necesidades.
Con fondos adecuados, será posible salvar muchas vidas y dotar a las agencias humanitarias y organizaciones no gubernamentales con suministros de laboratorio para realizar pruebas y equipos médicos para tratar a los enfermos, mientras protegemos a los trabajadores sanitarios. "Es una parte crucial para ganar esta pelea", enfatizó el Secretario General.
Llamado para el Grupo de los 20
El 26 de marzo, el Secretario General asistió a una videoconferencia con los líderes del Grupo de las 20 principales economías, en la que les pidió que adopten un plan de "tiempo de guerra" y avancen con paquetes de respuesta sólidos, que aborden el brote en el país y ayuden a los países más pobres a enfrentar la crisis.
"Hay una recesión en perspectiva", dijo el jefe de la ONU en una carta a los líderes del G-20, que representa el 85 por ciento del producto interno bruto del mundo, y agregó que "la pregunta es: cuánto durará y de qué manera dañará las capacidades productivas de nuestras economías y los medios de vida de nuestros ciudadanos".
Tres áreas clave para la acción
El Secretario General apeló al G-20 a tomar medidas audaces en tres áreas. Primero, dijo que la coordinación y la cooperación para eliminar el virus es la primera prioridad, y pidió a los líderes del G-20 que establezcan un mecanismo de respuesta articulado guiado por la Organización Mundial de la Salud, para lograr juntos la eliminación. "Debemos crear las condiciones y movilizar los recursos necesarios para garantizar que los países en desarrollo tengan las mismas oportunidades para responder a esta crisis en sus comunidades y economías", dijo, y subrayó que "cualquier cosa que no sea este compromiso conduciría a una pandemia de proporciones apocalípticas que nos afectaría a todos". El Secretario General instó a los líderes del G-20 a comprometerse a prohibir aranceles, cuotas u otras barreras no arancelarias, y eliminar las restricciones al comercio transfronterizo que afectan el despliegue de equipos médicos, medicamentos y otros bienes esenciales para combatir la epidemia, alentando también la renuncia a las sanciones impuestas a los países para garantizar el acceso a alimentos, suministros de salud esenciales y asistencia médica ante el COVID-19. "Este es el momento de la solidaridad, no de la exclusión", subrayó. En segundo lugar, apuntó que es fundamental minimizar el impacto social y económico del COVID-19 para todos y estimular una recuperación más rápida en todas partes, y señaló que para finales de este año, el costo de esta pandemia probablemente se medirá en billones de dólares. "La respuesta de los líderes del G-20 debe ser decisiva y proporcional", dijo, y pidió el lanzamiento urgente de un paquete de estímulo coordinado a gran escala en miles de millones de dólares para destinar la provisión directa de recursos a empresas, trabajadores y hogares en aquellos países que no pueden hacerlo solos.
Esto incluiría ampliar las medidas de transferencia de efectivo, protección social, reducción de impuestos, estímulo fiscal, bajas tasas de interés, acceso a créditos, seguros y esquemas de apoyo salarial. Dio una advertencia contra el proteccionismo e instó al G-20 a jugar un papel crítico en ayudar a los países en desarrollo a enfrentar la crisis. "El segundo paquete de apoyo necesario es uno de apoyo a las economías en desarrollo", dijo. El G-20 puede ayudar a proporcionar alivio de liquidez inmediato al sector privado y financiero en el mundo en desarrollo en forma de créditos comerciales, líneas de liquidez y esquemas de garantía. Al trabajar con instituciones financieras internacionales, el G-20 puede ayudar a aumentar significativamente el acceso de los países en desarrollo a financiamiento en condiciones favorables. En tercer lugar, dijo, es responsabilidad común de todos "recuperarse mejor", con modelos de desarrollo más inclusivos y sostenibles. "La crisis actual es un claro recordatorio del destino común de la humanidad y de la necesidad de inversiones iniciales para reducir los riesgos catastróficos de la pandemia", dijo Guterres. "Estoy convencido de que solo la coordinación internacional puede evitar el peor de los casos", dijo. Instituciones financieras globales
En una declaración conjunta, el Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidieron a todos los acreedores bilaterales oficiales que suspendan los pagos de la deuda de los países prestatarios que solicitan indulgencia. "Es imperativo en este momento proporcionar una sensación global de alivio para los países en desarrollo, así como una señal fuerte para los mercados financieros", dijo el comunicado.
A principios de este mes, el FMI anunció que ponía a disposición alrededor de 50 mil millones de dólares a través de sus sistemas de financiamiento de emergencia de rápido desembolso para países de bajos ingresos y mercados emergentes que podrían buscar apoyo en su lucha contra el coronavirus. El Grupo del Banco Mundial también aprobó un paquete de financiamiento acelerado de 14 mil millones de dólares para ayudar a las empresas y países en sus esfuerzos por prevenir, detectar y responder a la rápida propagación de COVID-19. Sector privado
Caracterizada por ser la iniciativa de sostenibilidad corporativa más grande del mundo, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas engloba a más de 10 400 compañías en 166 países. En estos momentos trabajar por alentar a las empresas a apoyar a los trabajadores y tomar medidas ante el COVID-19. Filantropía
Los filántropos también están lanzando en la lucha contra el COVID-19. La fundación Jack Ma, encabezada por este empresario defensor de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cofundador de Alibaba Group Holding, está donando máscaras protectoras y kits de prueba en todo el mundo. La Fundación Bill y Melinda Gates, Wellcome y Mastercard se asociaron para contribuir con 125 millones de dólares en fondos iniciales para acelerar la respuesta a la pandemia de COVID-19 mediante la identificación, evaluación, desarrollo y ampliación de tratamientos.
Fuente Nota de Prensa Naciones Unidas
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