Eva Longoria y su misión para ayudar a otros a alcanzar su potencial
La actriz no se olvida de sus raíces mexicanas al tiempo que empuja iniciativas en beneficio de las mujeres y las emprendedoras
Aunque muchos todavía reconocen a Eva Longoria por su papel de Gabrielle Solís en Desperate Housewives, la texana de 44 años ha avanzado mucho desde Wisteria Lane. Si bien ha continuado su trabajo frente a la cámara en recientes actuaciones como las de Overboard y Dog Days, así como un papel en Dora and the Lost City of Gold, Eva también lanzó su propia firma de producción, publicó un libro de cocina, creó una línea de moda, arrancó su fundación filantrópica, y debutó como mamá.
“Acaso hay algo en lo que no estés metida?”, le pregunta Steve Forbes en una charla con la actriz metida a emprendedora y activista en la Forbes Women’s Summit. “Bueno, también canto”, dice Eva en broma.
Una veterana en el listado Forbes Celebrity 100, Eva dice que su deseo de “hacer más que sólo memorizar parlamentos, recitarlos e irme a casa” inició durante su octavo año de presentarse en Desperate Housewives. Aunque esa serie fue una de las más vistas en TV en su tiempo, dejándole 375,000 dólares por episodio en su etapa final, Eva dice que “no sentía haber alcanzado todo mi potencial”.
Explica que utilizó sus días en el set de grabación en su educación para ver el lado de negocios de la industria. Gracias a ello pudo crear su propia productora, UnveliEVAble Entertainment, con la que ha firmado contratos con 2oth Century Fox y Universal.
Hace poco, la empresa produjo Reversing Roe, un documental de Netflix que explora la batalla por los derechos reproductivos de las mujeres. Asimismo, ABC estrenó su serie Grand Hotel, de la cual Eva fue su productora ejecutiva, la dirigió y actuó en ella.
“Creo que las mujeres son unas productoras natas”, dice Eva riendo. “Todo tiene que ver con ser multitasking, tratar con niños chillones y cuidar de otros. Nosotras hacemos de todo”.
En la producción de su nueva serie, inspirada por el drama español Gran Hotel, con el protagónico para el nominado por la Academia, Demián Bichir, Eva se comprometió con la diversidad. Como la hija más chica de padres de origen mexicano, Eva asegura que tuvo que superar los papeles de corte latino que Hollywood le impuso a su identidad. Al inicio, tuvo que rechazar papeles por “ser demasiado latina”, o “no lo suficientemente latina”.
Aunque asegura que tener a latinos en el reparto de Grand Hotel fue algo que se dio de forma “orgánica”, puesto que el show se desarrolla en Miami, la apuesta por la diversidad detrás de cámara fue más a propósito. La mitad de los escritores y directores en el programa son mujeres o personas de color y hay una mujer como directora de fotografía.
“Tener a una jefa de fotografía es como tener a un unicornio en el set”, dice Eva. “Hay una parcialidad inconsciente al contratar a la gente con la que habitualmente trabajas, pero como productora tengo el poder para cambiar eso”.
Además de su defensa por tener mujeres en Grand Hotel, Eva sigue con su misión como fundadora del movimiento #TimesUp, una iniciativa que detonaron mujeres en la industria del entretenimiento para luchar contra el acoso sexual y la desigualdad sistemática en los centros de trabajo.
A principios de año, Time’s Up y la Iniciativa Incluyente Annenberg crearon un reto a la comunidad de Hollywood de comprometerse en un proyecto con una mujer directora tras descubrir que apenas 4% de las películas de mayores ingresos para los estudios fueron dirigidas por mujeres en la última década.
“Hay mujeres igual de preparadas para estos trabajos que no tienen las mismas oportunidades”, dice Eva. “Es importante crear una relación hacia adelante”.
Otra forma en la que Eva quiere crear oportunidades para quienes son ignorados es a través de su Fundación Eva Longoria. Por medio de educación y apoyo a emprendedores, la fundación pretende ayudar a que las latinas tengan un mejor futuro.
“Los salarios de los latinos crecen más rápido que el promedio nacional y es una comunidad que abre negocios en una tasa seis veces mayor que la nación”, dice Eva.
“Pero no tienen el mismo acceso al capital”. A la fecha, la fundación ha entregado más de 6 millones de dólares en microcréditos a personas que normalmente no calificarían para un préstamo.
Cuando Steve Forbes le preguntó cómo puede hacer tantas cosas a l vez, Eva dice: “Siempre contrato a personas que son más listas que yo”. Sin embargo advierte que además de pasión, “los proyectos también deben tener un buen sentido financiero”.
Fuentes Forbes
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