Entre el distanciamiento y el duelo: masivo y caótico homenaje a Maradona
Resulta imposible estimar cuánta gente se reunió en cada evento para decir adiós a Diego Armando Maradona, pero se especula que más de un millón de personas salieron a manifestarse en Argentina.
La muerte de Diego Maradona fue un sismo inesperado. Rápidamente, las autoridades decretaron duelo nacional y le ofrecieron a la familia la Casa de Gobierno para realizar el velorio. Aceptaron. Mientras tanto, espontáneamente, en todo el país se multiplicaron las reuniones de fanáticos y fanáticas que salieron a las calles masivamente a despedir a su ídolo.
Todo ocurre en un país que, al igual que el mundo entero, lejos está de haber superado la pandemia de Covid-19. Según los datos oficiales, Argentina tiene una alta tasa de muertos por millón de habitantes y casi 1 millón 400 mil casos de contagio. A esto se suma que la región fue una de las más golpeadas en el último tiempo.
De ASPO a DISPO
Argentina fue en marzo uno de los primeros países en disponer el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). A comienzos de noviembre, ante el amesetamiento de casos en los sitios que en un principio habían sido los más golpeados como el Chaco, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno argentino comenzó a avanzar en aperturas parciales. En ese sentido, dispuso pasar a una nueva etapa que llamó DISPO: Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Se trata de volver a actividades habituales con barbijo, distancia de un metro y medio y grupos reducidos.
Sin embargo, en ningún caso se contemplan reuniones masivas como las que se vieron en torno a la despedida de Maradona, cuyo epicentro fue la Ciudad de Buenos Aires. En la noche del miércoles (25.11.2020), en el marco de los preparativos para el velorio que se realizó dentro de la Casa Rosada, el ministro de Salud, Ginés González García, declaró: "Estamos tratando de mejorarlo (el operativo) y que sea menos peligroso. Hacemos todo lo posible pero no se puede ir en contra del pueblo". En los hechos, durante el velorio hubo momentos de represión, desborde y caos.
"Es muy difícil, con normativas, manejar un sentimiento. La gente reacciona de manera imprudente y se nota en esos grupos abigarrados de gente, uno al lado del otro, que gritan con el barbijo mal puesto”, analiza el epidemiólogo y profesor titular de la universidad Nacional de Córdoba, Hugo Pizzi.
En la misma línea, el médico infectólogo Jose Maria Malvido sostiene: "Ver gente acumulada, por el motivo que sea, a mí no me gusta en tanto infectólogo. Pero hay cosas de lo social y las conductas que son difíciles de contener y, ni yo como médico, ni nosotros como sociedad científica, podemos tomar esas decisiones”.
Ambos coinciden en que resulta imposible estimar qué grado de impacto tendrán las concentraciones en torno a los homenajes en la situación sanitaria. Eso es algo que solo se podrá ver con el correr de los días.
El futuro
El gobierno argentino tiene firmados acuerdos con el gobierno ruso para importar la vacuna Sputnik-V. También desarrolló contactos para importar e incluso en algunos casos producir en el país otras de las vacunas que están en desarrollo, como la de Oxford y la de la empresa Pfizer. Las buenas noticias en torno a su eficacia estimuló al gobierno a anunciar el martes (24.11.2020) un plan de vacunación masiva para comienzos del año entrante.
Según los expertos, esta serie de anuncios llenaron de entusiasmo a la población. Y eso llevó a nuevas imprudencias. Así lo ve Pizzi: "Esta tragedia nos dejó en la incertidumbre, no había solución en el horizonte. Y, de pronto, el gobierno anuncia que la vacuna está lista, que se han hecho los convenios respectivos y se arma la logística. La gente entonces se distendió porque entendió que esa era la solución. Se interpretó que, como viene la vacuna, ya la tenían puesta. Y, claramente, esto no es así”.
Para Pizzi, al margen incluso de los hechos de estos días, producto de este relajamiento social resulta esperable que en crezcan los casos próximamente.
En el análisis de Malvido, "la estrategia de aislamiento de larga data fue efectiva: hizo que el sistema de salud no colapsara”. Y añade: "Si bien se han alargado mucho los tiempos, no se llegó al caos que se temía. Sirvió para entrenar a la red de salud, contener y sostener”.
Sin embargo, esto no supone que la crisis del Covid-19 haya sido superada. Malvido dice: "Tenemos claro que la pandemia no terminó. Hay que ir adaptándose a las nuevas circunstancias sin olvidar los conceptos básicos ya establecidos y sosteniendo las medidas”.
Fuente
DW
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