El coronavirus provoca una verdadera penuria de huevos en Israel
En plena crisis del nuevo coronavirus, los consumidores en Israel se abalanzaron sobre los huevos, un alimento central de la Pascua judía que empieza el miércoles, provocando una escasez en el país, que lucha contrarreloj para abastecer los mercados.
"Ein Beitsim" (sin huevos) se podía leer en hebreo el lunes en pancartas improvisadas con pedazos de cartón a la entrada de varios supermercados de Jerusalén.
Y en un caso, hasta con una broma en letra pequeña: "las gallinas están en cuarentena".
Las gallinas no han parado de poner, pero faltan huevos.
En Israel, estos son un alimento central del menú diario de millones de personas.
Hasta el punto de que los consumidores corren por los pasillos de los supermercados para hacerse con huevos de verdad -y no las réplicas de chocolate- ante la llegada de Pésaj, la Pascua judía que dura ocho días a partir del miércoles.
Delante de los comercios, los israelíes hacen cola, cubiertos con una mascarilla.
"¿Hay huevos?", preguntan algunos, confundidos, a las personas que salen de las tiendas.
Una vez dentro, reinan estantes vacíos ahí donde antes se apilaban paquetes de docenas de huevos, grandes pequeños, blancos, morenos o bios.
El huevo además forma parte de los siete elementos del plato de Seder, comida que marca el inicio de Pésaj, con las hierbas amargas, el pan ácimo, dos verduras, una mezcla de nueces y manzanas así como un hueso de cordero o de ave de corral.
Durante la semana de Pascua, se prohíben muchos alimentos, como la pasta, lo que hace que el huevo sea un valor refugio que compone platos como las "bolas de matza".
"Mercado negro"
La fiesta conmemora, según la tradición, el éxodo del pueblo hebreo de Egipto y su errancia en el desierto.
Los platos, colocados en una bandeja y degustados en orden, tienen una función simbólica.
El huevo representa el sacrificio ritual en la época del Templo de Jerusalén, del que se recuerda la destrucción.
En algunos mercados, la venta se ha racionado y limitado a una o dos cajas por cliente.
En otros está condicionada.
Un periodista de la AFP constató que un vendedor exigía a clientes una compra mínima de 65 shekels (unos 16 euros) para poder adquirir el preciado alimento: una caja de doce.
Las autoridades están preocupadas además por otro fenómeno: el mercado negro. Ante el riesgo sanitario, el ministerio de Agricultura pidió a la población "comprar huevos en los puntos de venta conocidos y legales".
Operación especial
"Estábamos preparados para un aumento del 10 al 20% de la demanda en este periodo del año, pero no para un 60%", explica a la AFP Arbel Shiran, que dirige la cadena de tiendas bio Nizas Haduvdevan.
Según él, si bien la demanda ha explotado, las capacidades de producción no han cambiado, lo que es un problema.
Para paliar el déficit, el gobierno tomó medidas especiales para importar urgentemente decenas de millones de huevos de Europa.
Una primera carga llegó de Europa el domingo por vía marítima.
El martes se espera otra entrega, justo antes de Pascua.
Fuente: AFP
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