El cambio climático hace más pobres a los países pobres
El cambio climático crea ganadores y perdedores. Noruega está entre los ganadores y Nigeria entre los perdedores.
Esos son algunos de los hallazgos sorprendentes de un artículo revisado por pares de dos profesores de la Universidad de Stanford que intentaron cuantificar el impacto de las crecientes emisiones de gas de efecto invernadero en la desigualdad global.
Fue publicado el 22 de abril en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Las temperaturas globales se han elevado casi un grado Celsius desde el inicio de la era industrial, y el estudio tenía el objetivo de cuantificar qué efecto ha tenido ese incremento en las economías nacionales y en la brecha global de riqueza.
Los países pobres perdieron, mientras que los países ricos, especialmente aquellos que han acumulado muchas emisiones durante los últimos cincuenta años, descubrió el estudio, se han “beneficiado del cambio climático”.
La desigualdad entre las naciones, la cual se ha reducido mucho en décadas recientes, habría disminuido mucho más rápido, concluye el estudio, si el cambio climático no hubiera sido parte de la ecuación.
Estima que la brecha en el ingreso per cápita en los países más ricos y en los más pobres es 25 puntos porcentuales más grande de lo que habría sido sin el cambio climático.
El estudio se basa en investigación previa realizada por Marshall Burke, un economista de la Universidad de Stanford.
En ese trabajo, Burke descubrió que cuando las temperaturas eran más cálidas que el promedio (por cualquier razón), el crecimiento económico se lentificó en los países pobres pero se aceleró en los países ricos.
Eso se debe a que los países más ricos del mundo en general ya están en latitudes más frías, mientras que los países pobre están concentrados de manera desproporcionada alrededor del ecuador, en donde incluso un ligero incremento en la temperatura puede ser devastador para la producción de cultivos, la salud humana y la productividad laboral.
Para el estudio reciente, Burke y Noah Diffenbaugh, un climatólogo, observaron más de veinte modelos climáticos para estimar qué tanto se han calentado los países desde 1960 específicamente debido al cambio climático.
Posteriormente, estimaron cuál podría haber sido el desempeño económico de cada país sin dicha alza en la temperatura.
La mayoría de los países pobres son más pobres actualmente de lo que habrían sido si esas emisiones no hubieran alterado el clima, mientras que muchos países ricos, especialmente en la franja al norte del hemisferio norte, son más ricos de lo que habrían sido, descubrió el estudio.
Entre 1961 y 2000, el cambio climático afectó los ingresos per cápita en los países más pobres del mundo entre un 17 y un 30 por ciento.
Los países que han sufrido el mayor impacto también son algunos de los más grandes. India, el segundo más poblado del mundo, habría sido un 30 por ciento más rico sin el cambio climático, concluyó el estudio.
Para Nigeria, el país más poblado de África, esa cifra fue del 29 por ciento.
Noruega, que también es un gran productor de petróleo y gas, tuvo buenos resultados: es un 34 por ciento más rico gracias a ese crecimiento.
Los autores advirtieron que los datos sobre los países muy cálidos y los muy fríos es relativamente escasa.
Los países en zonas templadas, incluidos China y Estados Unidos, no sintieron mucho un efecto, señaló el estudio.
“Si eres un país muy frío has sido muy beneficiado”, dijo Burke. “Si eres un país muy cálido, has sido muy afectado. Y si estás en el medio, los efectos han sido más pequeños o mucho menos evidentes”.
Los hallazgos representan implicaciones enormes para el debate global sobre quiénes deberín reducir con mayor rapidez las emisiones de gas de efecto invernadero —y quiénes deberían pagar por el caos que están causando, especialmente en países pobres—.
Ese ya es uno de los temas más empantanados en las negociaciones climáticas globales.
Burke dijo que este estudio cuantificó los “beneficios duales” que los países ricos, particularmente los países industrializados en las latitudes más frías del hemisferio norte, han disfrutado: primero, poder consumir combustibles fósiles para hacer crecer sus economías y después, cosechar las ganancias de las temperaturas más cálidas.
“Otros países no han tenido ninguno de esos”, aseveró Burke.
“Ellos no causaron el problema. Son afectados por él. Hay una clara dimensión de equidad aquí”, dijo.
Fuente: ExpoNews
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