EE.UU. nuevamente entregado al poder globalista de la OMS: Pagará 200 millones en obligaciones
Estados Unidos pagará más de 200 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales de mes luego de que el presidente Joe Biden decidió revertir el plan de Donald Trump de retirar al país del organismo internacional, tal como anunció el miércoles el secretario de Estado Antony Blinken.
Según trascendió, la suma equivale a los compromisos que Estados Unidos había contraído con el organismo de salud mundial, del cual ha sido su mayor donante. Y tras los anuncios de reincorporación de Biden, se espera que nuevamente vuelva a serlo, reportó Fox News.
“Este es un paso clave hacia el cumplimiento de nuestras obligaciones financieras como miembro de la OMS y refleja nuestro compromiso renovado de garantizar que la OMS tenga el apoyo que necesita para liderar la respuesta mundial a la pandemia”, dijo Blinken en una sesión virtual del Consejo de Seguridad de la ONU por el virus PCCh.
De este modo, EE. UU. vuelve oficialmente a ser miembro de la organización que fue cómplice de los arreglos del Partido Comunista Chino que provocaron la crisis sanitaria, social y económica más grande de los últimos tiempos.
“Estados Unidos trabajará como socio para abordar los desafíos globales. Esta pandemia es uno de esos desafíos y nos brinda la oportunidad no solo de superar la crisis actual, sino también de estar más preparados y más resilientes para el futuro”, agregó Blinken.
El expresidente Donald Trump, en un acto de extrema valentía, denunció el accionar patético de la OMS tanto en el manejo sanitario de la pandemia, como en el manejo político de la situación que tuvo alcance mundial. Sobre todo denunció en reiteradas ocasiones la complicidad del organismo con las autoridades del régimen comunista chino, quienes encubrieron el brote del virus durante meses, mientras la OMS recibía denuncias de países como Taiwán alertando sobre la situación, las cuales fueron desatendidas por completo por parte del organismo de salud.
El presidente Trump, anunció la suspensión del financiamiento estadounidense para la OMS en abril de 2020, argumentando que estaba cometiendo “grotescos errores relacionados con la pandemia del virus del PCCh”.
“Queremos investigar a la Organización Mundial de la Salud porque realmente lo calificaron mal. No atendieron la llamada, podrían haberla anunciado meses antes, deberían haberlo sabido, y probablemente lo sabían”, dijo el presidente Trump en ese entonces.
Paralelamente, el presidente Trump destacó que EE. UU. era el mayor aportante de la OMS y no podía permitir semejantes aberraciones por parte de la misma, lo que lo llevaron a cancelar por completo la transferencia de fondos. La reducción de fondos que sufrió el organismo fue significativa, teniendo en cuenta que una cuarta parte de los montos anuales que la OMS recibía de todos sus 194 miembros provenían del país norteamericano.
“La OMS juega un papel crucial en la lucha mundial contra la mortal pandemia de COVID-19, así como otras innumerables amenazas a la salud mundial y la seguridad sanitaria. Estados Unidos seguirá siendo un participante pleno y un líder mundial en el enfrentamiento de tales amenazas y el avance de la salud y la seguridad sanitaria mundial”. Fueron las palabras de Biden en enero, en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la que firmó la sentencia de entrega de los EE. UU. al poder globalista de la OMS.
Ante tal supuesto compromiso con la salud mundial, parece difícil de explicar por qué recién después de un año de haberse empezado a propagar el virus por el mundo, la OMS envía por primera vez una comitiva a China para “investigar el origen del virus”, y mucho más polémico aún sabiendo que dentro de los 10 investigadores que viajaron, había al menos uno de ellos fuertemente vinculado al Instituto de Virología de Wuhan y al Partido Comunista Chino.
Fuente
Andrés Vacca– BLes.com
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