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Cambio climático: les importa a los inversionistas, te importa a ti


¿Qué tiene que ver el cambio climático con los inversionistas?

A medida que la Tierra se calienta y las consecuencias del calentamiento se vuelven más evidentes, el problema ha alcanzado mayor prominencia.


El debate ahora se centra en si los mercados o los mandatos son la mejor herramienta para doblar la curva de carbono.


La detención del problema requerirá cambios estructurales y de comportamiento significativos. Acelerar el cambio de la generación de energía a combustibles amigables con el medio ambiente requeriría desechar las instalaciones existentes y realizar inversiones sustanciales en otras nuevas.


El cambio de automóviles de los motores de combustión interna a las baterías no se hará de manera barata o sencilla. Estas son solo dos de las muchas fricciones que hacen que la transición a un futuro más verde sea costosa y difícil. Pero cuanto más rápida sea la transición, más significativas serán estas fricciones.

Además, la reducción de las huellas de carbono casi seguramente estará acompañada por dislocaciones económicas sustanciales.


Ya hemos visto ejemplos de esto en regiones productoras de carbón en todo el mundo. Es posible que algún día también los veamos en áreas que producen otros combustibles fósiles.


El problema del cambio climático les importa a los inversionistas, te importa a ti

Abordar el cambio climático ha sido difícil para los políticos. A menudo se centran en el ciclo electoral, que es mucho más corto que el marco de tiempo durante el cual se sentirán las consecuencias de un planeta que se calienta.


Pero todos tenemos la culpa: los científicos del comportamiento han establecido que los seres humanos tienen problemas inherentes para estimar las consecuencias a largo plazo de nuestro comportamiento.


Sin embargo, parece que los formuladores de políticas globales están empezando a abordar el tema en serio.


Las propuestas para reducir el calentamiento global se dividen en dos categorías: regulatorias y basadas en el mercado.


En el primero se encuentran conceptos como el Green New Deal, que algunos de los recién llegados al Congreso de los Estados Unidos han avanzado.


Sus objetivos presentan una barra alta para que la industria y los hogares los superen.En el lado del mercado hay enfoques como los impuestos al carbono o los sistemas de límites máximos y comercio.


Cuarenta países ya están utilizando uno de estos dos dispositivos, que intentan ofrecer incentivos a los productores y consumidores para reducir las emisiones.


El dinero generado por los impuestos al carbono se utiliza a menudo para promover la inversión en tecnología limpia.


El sector privado y el cambio climático

El sector privado también está presionando una agenda más verde. Un número cada vez mayor de empresas está publicando informes sobre responsabilidad social corporativa, lo que destaca sus esfuerzos para operar de manera sostenible.


Un número creciente de gestores de cartera está utilizando pantallas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) para seleccionar a los candidatos para la inversión. Entre los criterios utilizados por estos programas se encuentra el impacto en el medio ambiente.


Para aquellos que se preocupan por sacrificar los rendimientos, los datos sugieren que las acciones de empresas sostenibles tienden a superar a sus contrapartes menos sostenibles.


Para los inversores que desean hacer algo más directamente para mejorar el medio ambiente, el mercado de “bonos verdes” ofrece una alternativa. Los ingresos de estos temas se utilizan para financiar proyectos que abordan el cambio climático.


Los ejemplos incluyen parques eólicos, instalaciones hidroeléctricas y sistemas de transporte con bajas emisiones.


Retos

Entre los desafíos que enfrentan los suscriptores de bonos verdes está el determinar qué proyectos son realmente “verdes” y cómo verificar que las inversiones están cumpliendo con sus objetivos ambientales.


No obstante, el interés en el sector está aumentando y el mercado está creciendo rápidamente.

Contener el cambio climático será costoso.


Las decisiones sobre cuándo incurrir en el costo, y quién lo asumirá, dificultan el camino a seguir. Pero el costo de no hacer nada puede ser más sustancial. Los daños causados ​​por desastres naturales requerirán reparación y reaseguro.



Los estudios han sugerido que la economía de los Estados Unidos por sí sola podría reducirse hasta en un 10% este siglo si el calentamiento global continúa a su ritmo reciente.


Soluciones

Los defensores de la corrección del cambio climático han recibido poco amor del Congreso de los Estados Unidos.


Algunos demócratas en el Congreso ahora están adoptando el rumbo contrario: declarar una estrategia audaz que enumera los objetivos del partido en el extremo, y usarla para enmarcar futuras discusiones.


El problema con Green New Deal

El Green New Deal (GND) sigue este curso. Su texto real es una resolución breve y simple: entre otras cosas, requiere que el 100% de la energía se genere de fuentes renovables, transporte sin emisiones, edificios eficientes y manufactura limpia. Sus objetivos son amplios y los detalles son escasos.


Algunas de las críticas al Green New Deal se han centrado en su costo. Las estimaciones para la implementación son tan altas como 93 billones dólares en diez años, aunque la falta de detalles específicos de la resolución deja espacio para suposiciones pesimistas. Se ofrecen dos respuestas:


Las pérdidas del cambio climático también son sustanciales.Los Estados Unidos poseen la moneda de reserva mundial, y la Reserva Federal tiene una capacidad ilimitada para comprar los bonos necesarios para financiar las iniciativas de la GND.


El cambio climático les importa a los inversionistas, te importa a ti pero el ritmo es de caracol

Durante décadas, el petróleo ha sido el pilar del sistema energético mundial. Naciones enteras han estructurado sus economías en torno a la producción y consumo de petróleo.


Pero con un mayor reconocimiento de los riesgos del cambio climático, podríamos estar presenciando el declive de la Era del Petróleo y el inicio de la “Era de las Alternativas”. Los suministros renovables generados por el sol, el viento y el agua ya están desempeñando un papel cada vez más importante en el suministro de energía del mundo.


La demanda mundial de energía ha seguido aumentando y probablemente continuará haciéndolo.


La demanda de las economías avanzadas puede estabilizarse o incluso disminuir en los próximos años, pero la demanda de las naciones en desarrollo populosas y prósperas, como India y China, seguirá en una trayectoria ascendente.


Es probable que el petróleo y el gas natural continúen proporcionando la mayor parte de las necesidades energéticas mundiales, especialmente en el sector del transporte. Sin embargo, se prevé que la proporción de combustibles fósiles en la combinación energética mundial disminuirá gradualmente con el tiempo.


Fuente ExpoNews

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