Cada vez que nace una niña, las mujeres de este pueblo en la India plantan 111 árboles
La iniciativa tiene como objetivo promover la igualdad de género y ha impulsado la economía de la aldea.
Shyam Sundar Palatal, el ex líder de un pequeño pueblo en Rajasthan, India, perdió a su hija Kiran cuando era muy joven.
En 2006, se encargó de asegurarse de que todos los residentes de la aldea apreciaran la vida de cada niña por venir y en su honor plantó 111 árboles.
La inciativa pronto se transformó y durante cada nacimiento de una niña, las familias plantaban 111 árboles para celebrar.
Los aldeanos plantan los árboles en los terrenos de pastoreo de Piplantri, y la comunidad se asegura de que los árboles sobrevivan y crezcan hasta la edad adulta.
Los residentes además recogen 21,000 rupias (cerca de 315 dólares) y los padres de la niña contribuyen con 10,000, creando una cuenta de ahorros fija para la recién nacida, la cual obtiene este dinero hasta la edad adulta.
Además, cuando las familias plantan los árboles, firman una declaración jurada que indica que su hija recibirá una educación completa y no se casará antes de cumplir la edad legal de 18 años.
Según Paliwal, alrededor de 60 niñas nacen en Pilplantri cada año.
En más de la mitad de estos casos, los padre se mostraban reacios en aceptar niñas por que eran vistas como menos valiosas y más caras.
Como resultado, el programa de plantación de árboles fue una manera de alentar a las familias a celebrar a las niñas en sus familias y combatir una cultura profundamente arraigada en el feticidio femenino.
El esquema de árboles de Piplantri fue un paso más allá ya que alentó a los padres no solo a mantener a sus hijas, sino también a celebrarlas.
Diez años después, la marca de “eco-feminismo” de Piplantri está prosperando.
El pueblo ha plantado múltiples especies de árboles que han comenzado a generar ingresos: mango, neem, sheesham y amla, entre otros.
Además, los aldeanos plantaron plantas de aloe vera alrededor de los árboles para que actuaran como pesticidas naturales, que a su vez se convirtieron en una forma de ingresos cuando los aldeanos comenzaron a procesar y vender el aloe vera.
Los árboles, junto con las plantas de aloe vera, ahora proporcionan medios de vida a una cantidad de 8,000 residentes de Piplantri.
Al plantar un futuro para sus mujeres jóvenes, la ciudad de Piplantri se ha colocado en el mapa y ha descubierto que el dinero puede crecer en los árboles.
Fuente: Nation
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