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La startup WeWork forzó a Regus a reinventarse

La ochentera y la digital repiten la historia de la empresa grande que tiene que jugar con reglas de la compañía pequeña. Wayne Berger, CEO regional de IWG, la dueña de Regus, narra la historia.


A mediados de la década de 1980, Mark Dixon se percató de que ponerse a trabajar en otro país cada vez que salía de viaje de negocios era un verdadero dolor de cabeza. Lo mismo les pasaba a todos aquellos que tenían que continuar sus asuntos durante sus estancias en otras geografías. Ése fue el germen para el nacimiento, en 1989, de Regus, en Bruselas, Bélgica.


La idea era sencilla: crear una comunidad de oficinas de uso común, acondicionadas para que los ejecutivos que estuvieran lejos de casa pudieran trabajar sin complicaciones. Sin proponérselo, Dixon creó un concepto de negocio que hoy, a más de un cuarto de siglo de distancia, es una tendencia en el mundo de las oficinas: el coworking.


En 1994, Regus llegó con este novedoso negocio a Latinoamérica y a Asia; y, para 2000, ya cotizaba en el London Exchange Market. Pero su momento estelar vino un año después, con su arribo al mercado estadounidense, mediante la compra de la compañía Stratis Business Center.


A lo largo de dos décadas, se movió como pez en el agua, con pocos rivales capaces de hacerle frente, hasta que llegó el año 2010, cuando, en un edificio de Nueva York, nació el que hoy es su principal adversario, WeWork, que obligó a Regus a reinventarse.


En apenas ocho años de vida, WeWork ha capitalizado como nadie la flexibilización laboral que reclama la generación millennial (los nacidos entre 1985 y 2000), quienes ya no buscan una oficina, sino un espacio de trabajo con diseño moderno en el que puedan compartir con otras personas, mantenerse cómodos, olvidarse de horarios de trabajo y sentirse libres.


De esta forma, esta startup que puso en boga el concepto de coworking logró levantar 4,750 millones de dólares (mdd) en inversión desde su nacimiento, con lo que ha abierto más de 200 establecimientos alrededor del mundo y dar servicio a cerca de 200,000 usuarios. En 2017, WeWork obtuvo ingresos por 900 mdd.



Una batalla con muchos frentes


Los ingresos de WeWork no impresionan a Regus, que facturó más del triple el año pasado: arriba de 2,900 mdd; pero sí la velocidad con la que llegó a esos números y la valuación que le da el mercado (más de 20,000 mdd, de acuerdo con la firma neoyorquina SoftBank).


“Lo que pasó con WeWork nos retó a pensar de manera diferente. Teníamos un modelo muy marcado de renta de espacios de trabajo que, nos dimos cuenta, teníamos que hacer evolucionar; sabíamos que podíamos hacer algo mejor con todo lo que teníamos en nuestras manos”, explica, en entrevista con Forbes México, Wayne Berger, CEO de International Workplace Group (IWG) para Canadá y América Latina, el grupo en el que, en el año 2015, se transformó Regus con el objetivo de diversificar su mercado.


El replanteamiento que enfrentó la compañía generó el lanzamiento, de otras marcas de espacios de trabajo que se unieron a Regus: Spaces, No. 18, OpenOffice, Basepoint, Signature by Regus y HQ Global Workplace.


“Hicimos un plan muy claro de diversificación, algo que fuera más allá de los espacios de trabajo que teníamos en Regus. Algunas de estas marcas las creamos nosotros y, otras, las compramos”, comenta Berger.


En 2015, adquirieron Spaces, una compañía nacida en Ámsterdam, Países Bajos, con un enfoque en el modelo de coworking, y con la que se proponen, paulatinamente, encarar directamente a WeWork.


Hoy, IWG cuenta con 3,000 espacios de trabajo abiertos en 900 ciudades y 120 países, en los cuales laboran diariamente cerca de 2.5 millones de personas. “Entendimos muy claramente que los espacios de trabajo dejaron de ser algo simplemente utilitario, para convertirse en un tema de valor para las personas y su productividad”, dice el CEO de IWG.


Marcas de IWG


Regus. La marca tradicional de renta de espacios de trabajo prioriza, ante todo, la productividad de los empleados.


Space.s Espacios de trabajo desarrollados bajo la idea del coworking, son creados pensando en la convivencia entre los usuarios.


No. 18. Se trata de espacios de trabajo con un diseño sofisticado, pensados para ejecutivos de alto nivel.


HQ Global Workplace. Marca cuyos espacios de trabajo están pensados también para la convivencia entre los usuarios, pero a un precio más económico.


OpenOffice. Ubicaciones que buscan combinar modernidad con sencillez; esta marca está presente únicamente en Asia Pacífico.


Basepoint. Sus áreas de trabajo son de corte totalmente tradicional; está presente en Reino Unido.


Signature by Regus. Al igual que No. 18, es una marca de espacios de trabajo de lujo, enfocada en alta dirección.


Crecer en Latam


La participación de América Latina en los números de IWG es todavía débil, de modo que uno de sus siguientes pasos es llevar su plan de diversificación a la región.


Apenas 5% de los 2.5 millones de personas que utilizan las instalaciones de IWG en el mundo son de esta zona del mundo: poco más de 125,000.


El comando general de IWG no está conforme con esa situación. “Tenemos muy en claro que, en Latinoamérica, debemos seguir por este camino de diversificación de soluciones. Los profesionales de la región han ido avanzando de la misma manera que en otras partes del mundo”, apunta Berger.


En México, uno de sus principales mercados en AL, la compañía tiene 35 ubicaciones Regus, distribuidas en cinco urbes (la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Cancún y Puebla), y únicamente dos bajo la marca Spaces, en la capital del país.


En este plan regional, Spaces será puesto en avanzada. “El papel de Spaces para nosotros es crítico: es una marca que vamos a empujar mucho en Latinoamérica.


Creemos que tiene el potencial necesario para crecer. El trabajo que hemos realizado en México y el hecho de que tengamos nuestras primeras dos locaciones llenas nos ha demostrado que la demanda es muy grande”, comenta el directivo.



Además de México, Spaces ya está presente en Bogotá (Colombia) y Santiago (Chile), y está por llegar a Panamá. En IWG quieren que esta marca se convierta en un imán de los millennials. Para acelerar la expansión de Spaces, Berger no descarta convertir algunas ubicaciones que hoy funcionan bajo la marca Regus. “Si queremos ir más rápido, tenemos que dar este paso, equilibrar lo que tenemos y darle a la gente el tipo de oficinas que está buscando”.


También quieren traer a Latinoamérica HQ Global Workplace, un sello que sólo tiene presencia en Canadá, Alemania, Tailandia, Reino Unido y Estados Unidos.


“HQ es una marca que ofrece espacios a precios más económicos, mucho más que los de Regus y Spaces. Me parece que puede ser una solución muy atractiva para este mercado”, afirma el directivo asentado en Canadá.


La primera apertura con la marca HQ Global Workplace podría ocurrir en Colombia; sin embargo, aún no hay fecha para ello. Hasta hoy, IWG tiene en Latinoamérica 152 espacios de su marca Regus y 10 de Spaces.


“Hay una demanda grande en Latinoamérica; tenemos más de 20 años en la región, la conocemos muy bien y sabemos lo que quiere. Vamos a dar estos primeros pasos para fortalecer nuestra presencia y competir. Ya después analizaremos la posibilidad de traer alguna otra de nuestras marcas. No cerramos la puerta a que, en algún momento, traigamos Signature by Regus o No. 18”, concluye Berger.


Hacia arriba

Los ingresos de International Workplace Group (cifras en millones de dólares)


2013 / 1,952


2014 / 2,133.9


2015 / 2,453.5


2016 / 2,842


2017 / 2,993


Fuente: Prensa Forbes

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