ENERGÍA SOLAR PARA LA SALUD
Cinco formas en las que la energía solar puede hacer de la asistencia sanitaria universal una realidad
Ninguna mujer debería dar a luz en la oscuridad. Ninguna operación debería realizarse a la luz de las velas. Y ningún niño debería ser vulnerable a una enfermedad porque las vacunas no pueden refrigerarse. Durante mucho tiempo, la falta de energía fiable ha impedido a personas de comunidades remotas y rurales el acceso a la asistencia sanitaria que requerían en el momento oportuno. Mientras la carrera por un acceso a la energía universal acelera el ritmo, aquí se proponen cinco formas en las que la energía renovable puede ayudar a proteger la asistencia sanitaria de calidad para las personas más pobres del mundo.
1. DAR ACCESO
Cerca de mil millones de personas viven sin electricidad y solo el 50% de ellas viven en África subsahariana. La pobreza energética impide el acceso a la asistencia sanitaria a millones de personas vulnerables en todo el mundo. Los centros de salud, salas de maternidad, quirófanos, almacenes médicos y laboratorios dependen de la electricidad para refrigerar los medicamentos, encender las luces y utilizar dispositivos médicos que salvan vidas. Una fuente de energía intermitente o poco fiable pone vidas en peligro.
“Lo peor fue ver a morir a un recién nacido”, dice David Masara, hermana encargada de la policlínica Budiriro en Zimbabwe, “y no pude hacer nada porque no teníamos ninguna fuente de energía”.
La iniciativa Solar for Health (Energía Solar para la Salud) del PNUD ayuda a los gobiernos a instalar sistemas solares en centros de salud y clínicas en áreas rurales para llegar a comunidades desatendidas.
El objetivo es asegurar la asistencia sanitaria para todos, estén donde estén, y que nadie se quede atrás.
Clive Marimo, director de la planificación e infraestructura del hospital en el Ministerio de Salud y Atención Infantil en Zimbabwe, explicó que “el Gobierno de Zimbabwe quiere tener el máximo nivel de asistencia sanitaria y calidad de vida para sus ciudadanos sin importar su localización geográfica”.
“La aplicación del proyecto Solar for Health coincidió con el plan estratégico del Ministerio para mejorar la atención primaria de salud. La mayoría de los establecimientos sanitarios ubicados en lugares remotos están fuera de la red y el proyecto transformó los servicios de estas instalaciones, donde los procedimientos básicos no eran posibles debido a la falta de disponibilidad de una fuente de energía”, continuó Clive.
Por ejemplo, la mortalidad materna es más alta en mujeres que viven en áreas rurales y entre comunidades más pobres. La instalación de paneles solares en Zimbabwe ayuda a garantizar que los trabajadores sanitarios puedan disminuir las complicaciones durante el embarazo y el parto.
“El asunto de falta de energía ya no es un problema”, dice David. “Las mujeres embarazadas pueden dar a luz a sus bebés en condiciones estables”.
2. GARANTIZAR LA CALIDAD
Una asistencia sanitaria de calidad necesita una fuente de energía fiable. Por ejemplo, mantener la “cadena de frío” de las vacunas y medicamentos es esencial y requiere refrigeración, cámaras frigoríficas y sistemas informáticos para la gestión de existencias.
El Dr. Mwale Consity, Director Provincial en Lusaka (Zambia), explicó que “Solar for Health es muy importante para suministrar y gestionar productos médicos y quirúrgicos consumibles, más aún, la cadena de refrigeración”.
“Las vacunas, que son básicamente el futuro de nuestro país, se mantienen eficaces y útiles”, continuó.
Antes, en Zambia, las interrupciones de energía regulares afectaban a la refrigeración de los medicamentos y las vacunas. Ahora, gracias al apoyo del PNUD y el Sistema Noruego de Preparación para Situaciones de Emergencia, el almacén médico nacional de 7.000 m2 tiene paneles solares en el techo. La extensión de los paneles supera la de un campo de fútbol y proveen energía ininterrumpida para la recuperación de medicamentos y vacunas que salvan vidas.
Naomy Nthele, hermana encargada en el hospital del distrito Chongwe en Zambia, explica que “no debería haber ninguna interrupción en la forma en la que se mantienen las temperaturas”.
Según dijo, “con un suministro de energía continua sabemos que nuestras vacunas son seguras y efectivas”.
La energía solar también ha mejorado la calidad de los servicios sanitarios ofrecidos al asegurar asistencia sanitaria efectiva y segura 24 horas al día, 7 días a la semana.
Veronica Lungi, enfermera y matrona en el puesto sanitario Chikumbi, contó que “solíamos decirles a los pacientes que trajesen velas. A veces, incluso usábamos la linterna de los móviles. Nos era realmente difícil”.
“Tras conectar los paneles solares, cada noche encendíamos las luces. Era increíble, como un sueño hecho realidad”, explicó.
3. REDUCIR COSTOS
Utilizar la energía solar ayuda a ahorrar dinero a los establecimientos sanitarios, que se puede reinvertir en otros programas de salud prioritarios.
Ian Millimo, Representante Residente Asistente del PNUD en Zambia, explicó que “el sector sanitario está ahorrando de manera considerable, por ejemplo, los recursos que se habrían gastado en la generación de electricidad con gasóleo”.
“Se ha visto un ahorro de más del 40% en algunos establecimientos”.
El PNUD estima una rentabilidad del 100% en un periodo de dos a cinco años, cuando los establecimientos sanitarios con fuentes de energía no fiable instalen sistemas de energía solar.
Mientras el mundo está abriendo los ojos a la energía renovable, el progreso necesita ir más rápido y llegar a una escala mayor. Aunque las inversiones aumentan año tras año, en 2017, a nivel mundial, solo el 12,1% de la energía era renovable.
4. CONSTRUIR RESILIENCIA
La energía solar también contribuye con sistemas sanitarios más resilientes. En Zimbabwe, el PNUD, junto con el Gobierno y el Fondo Mundial, ha equipado 405 establecimientos sanitarios con sistemas de energía solar para así fortalecer el sistema nacional para la salud.
Pfungwa Mukweza, Director de Seguimiento y Evaluación del PNUD Zimbabwe, explicó que “nos hemos centrado en cuatro áreas prioritarias: el sistema de información sanitaria, la cadena de refrigeración, la maternidad y el laboratorio.”
Los cortes de suministro regulares suponían desafíos tecnológicos a los que los establecimientos sanitarios en Zimbabwe tenían que hacer frente. Esto impedía una recogida y manejo de datos efectiva, lo que es esencial para gestionar los archivos de los pacientes y monitorizar la cadena de refrigeración. La introducción de la energía solar ha ayudado a resolver este problema.
“Ahora tenemos datos confiables que podemos utilizar”, dice David Masara.
Gracias a la energía solar, la fuente de energía constante ayuda al sector sanitario a hacer frente a los impactos negativos del cambio climático, como fenómenos meteorológicos extremos, sequías y otras catástrofes que afectan el acceso a la fuente de energía tradicional.
Además, Solar for Health ayuda a países a reducir las emisiones de dióxido de carbono. La electricidad juega un papel fundamental al facilitar la prestación sanitaria, pero también puede suponer un gran daño medioambiental: la producción y uso de energía es la principal causa del calentamiento global. El desmantelamiento de generadores muy contaminantes y ruidosos mejora de forma considerable el medioambiente local.
5.INVERTIR EN SOSTENIBILIDAD
El PNUD está trabajando junto con los gobiernos y comunidades para asegurar la sostenibilidad de las iniciativas de Solar for Health, incluido el mantenimiento de sistemas.
Pfungwa Mukweza dice que están “colaborando estrechamente con el Gobierno para poder sacar adelante un plan de reparación, mantenimiento y sustitución de las baterías e incluso de los paneles solares”.
Al mismo tiempo que los sistemas de energía solar promueven mayor disponibilidad y calidad de los servicios de salud, sobre todo en áreas de difícil acceso, también contribuyen a la cobertura sanitaria universal. Veronica, una abuela, explica lo que significa para la comunidad de Zambia tener los establecimientos sanitarios equipados con energía solar.
“Nos animaron a venir a esta clínica porque aquí hay esperanza”, asegura.
La iniciativa Solar for Health del PNUD ayuda a los gobiernos con la instalación de los sistemas de energía solar en los establecimientos sanitarios en África, los Estados Árabes y Asia Central. Esta acción ayuda a proporcionar un acceso a la electricidad fiable y rentable a la vez que reduce emisiones que dañan el medioambiente.
En el marco del Plan Estratégico 2018-2021 del PNUD y la Estrategia del PNUD VIH, Salud y Desarrollo 2016-2021: Conexiones e interrelaciones, Energía solar para la salud está contribuyendo con muchos de los objetivos de la Agenda 2030 y su compromiso de que “nadie se quede atrás”.
Utilizar tecnologías para asegurar que la prestación sanitaria llega a comunidades remotas y mal atendidas ayuda a los países a conseguir los ODS 3, 7, 13 y 17: salud y bienestar, energía asequible y no contaminante, acción por el clima y alianzas para lograr los objetivos.
Fuente PNUD
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