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El valor de la comunicación con tu jefe inmediato

Los reguladores están preocupados por la conducta de riesgo. Quieren asegurarse de que las empresas traten a sus clientes correctamente y que cumplan sus promesas de mantener integridad.


Lograr prevenir escándalos en la industria financiera no depende, necesariamente, de mayor regulación, sino de un cambio cultural. Involucrar a los empleados es la clave para reflejar integridad en este tipo de mercados.


El sector financiero se ha visto afectado por notables escándalos en los últimos años. Problemas como la manipulación de la libertad y la venta incorrecta de productos han llevado a los reguladores y a la misma industria a preguntarse qué podría hacerse para recuperar la integridad y restablecer la confianza de cara a sus múltiples grupos de interés.


Mientras que algunos exigen mayor regulación, las empresas de este tipo de servicios sugieren que se puede lograr un cambio sostenible y de gran alcance si existe un mayor compromiso por parte de los empleados. Cuando el personal está realmente comprometido, se preocupa por su empresa y su reputación. Ellos no lo hacen porque se los impone un regulador; por el contrario, lo hacen porque es positivo para el cliente y su empresa.


Sencillamente, el compromiso se reduce en una comunicación clara y consistente. La comunicación entre los empleados y el personal es importante; sin embargo, es más valiosa cuando se logra entre los gerentes y su personal.


El mayor influenciador laboral de una persona es su jefe inmediato. Infortunadamente, cuando hablamos de servicios financieros, esta conexión entre empleados, sus colegas y sus empresas se ha venido perdiendo. Cuando las empresas de servicios financieros tenían fuerzas laborales más reducidas, la comunicación al interior de la organización era mucho más fácil de manejar. Ahora, es más complejo, especialmente, porque dichas empresas emplean a personas en diferentes continentes y zonas horarias.


Los reguladores están preocupados por la conducta de riesgo. Quieren asegurarse de que las empresas traten a sus clientes correctamente y que cumplan sus promesas de mantener integridad en el mercado.


Cualquiera puede crear su propio microclima de confianza e integridad. Así como usted construye su negocio, usted también crea una cultura persona por persona, grupo por grupo. Como cualquier programa de cambio, no hay una solución rápida para cambiar la cultura organizacional, asertivamente.


Es crítico comenzar a educar a todo el personal de una empresa durante las primeras etapas de sus carreras profesionales al interior de la compañía, inculcando valores apropiados y recompensándolos por implementar dichas iniciativas.


El cambio de mentalidad puede tardar años en integrarse, pero está claro que los jóvenes talentosos y motivados están en la capacidad de demostrar su integridad y su deseo de hacer lo correcto para los clientes siempre y cuando vean que las organizaciones son dirigidas por personas que realmente viven y respiran estos valores. En esa medida, obtendrán los beneficios, al igual que la compañía y, por supuesto, sus clientes.


*Comunicador social y periodista de la Universidad de La Sabana.

Contacto:

Correo: ambayonab@televisa.com.mx


LinkedIn: Andrés Bayona

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Prevencia.

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